Me hacía sentir a salvo, incluso cuando sentía que me perdía a mí misma.
Podía tranquilizarme tan solo con una caricia.
Sabía cómo hacerme reír cada vez que lloraba.
Me quería cuando yo no podía.
Era todo lo que buscaba, y lo perdí por no saber encontrarlo.
Ahora estoy un poco rota y no sé cómo arreglarme si su risa no es el pegamento de mis heridas
En fin, hay que saber cuidar a esas personas que hacen que nos brillen los ojos y que nos duelan las mejillas de tanto reír, porque un día se van de nuestra vida y sentimos que no hemos aprovechado el tiempo y que nos han faltado abrazos por dar.
sábado, 4 de febrero de 2017
viernes, 3 de febrero de 2017
Reflexión de un viernes cualquiera.
Cuando pasas por una ruptura piensas que nadie más te va a
querer en la vida, que es lo más doloroso del mundo y que no vas a dejar de
llorar durante un año. La gente se imagina las rupturas como si fuesen
horribles llenas de llantos, gritos y cosas rotas. Quizás son así algunas
veces, pero lo más normal es llorar, asimilarlo, seguir adelante y olvidarlo. Cuando
sabes que no vas a estar más con esa persona sientes vacío, te falta algo y
estás triste, pero es una sensación pasajera. Las parejas ahora, por suerte o
por desgracia, no duran; porque no sabemos cuidar las cosas y es más fácil ir
de persona en persona viendo si alguna te llena que intentar estar con la que
quieres porque es complicado.
Esto no lo digo yo, porque no sé lo que es pasar por una
ruptura y tampoco por una relación, pero sé cómo se ven desde fuera y aunque
parezcan maravillosas la mayoría de las veces no sabemos lo que hay dentro de
esa pareja. No sabemos las veces que se enfadan porque le han dado like a otra
persona en instagram, no sabemos las veces que se gritan ni las veces que dejan
de hablarse. Sabemos cómo es su relación por sus redes sociales y ahí nadie
quiere que vean sus peleas ni sus rupturas, pero sí sus reconciliaciones porque
vivimos en una sociedad donde valen más las apariencias que lo que realmente
eres y es triste.
En mi opinión, una relación debería ser de dos y compartir
con los demás algunos momentos, pero no todos. A nadie le importa cuántas veces
dormís juntos o cuantas semanas cumplís. Pero es más fácil mostrar que estás
bien con tu pareja por instagram o twitter, demostrarle cuanto le quieres
subiendo una foto que llamándole por sorpresa cuando ves por twitter que está
tristón o tristona o yendo a su casa a darle un abrazo.
Las relaciones son más fáciles por whatsapp que en persona,
ahí no hay silencios incómodos ni faltan temas de conversación. Porque cuando
se queda en persona lo único que se hace es mirar el móvil, porque es lo que
los novios hacen. Los novios no hablan sobre temas del mundo que los rodea,
miran twitter mientras el otro mira facebook, los novios no tienen citas,
quedan en el parque y se lían.
Y no quiero decir que esas personas se quieran menos por
enseñar su relación al mundo entero, quiero decir que deberíamos cambiar el
punto de vista sobre las relaciones; pensad que seríamos mucho más felices si
pasásemos más tardes enteras hablando mientras nos reímos de tonterías,
seríamos mucho más felices si supiésemos estar sin el móvil tres horas.
Porque, para mí, las tardes en las que no miras el móvil ni
para saber la hora son las mejores y si pensáis que estoy equivocada; mejor
pensad dos veces.
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