miércoles, 15 de marzo de 2017

Un año sin ti.

No sabía que cuando escuchara tu nombre se me iba a remover todo por dentro porque aunque yo te pienso a solas, que me hablen de ti se siente diferente.

Ni si quiera sé cómo no me puse a llorar delante de todo Madrid, a las tres de la mañana y ebria de amor. O desamor, no sé bien cómo debo sentirme porque cuando pensaba que te había dejado de querer me dicen que has preguntado por mí y se me rompe el mundo. Y el corazón.

Y me vienen mil preguntas a la cabeza, de las que no sé si quiero obtener respuesta...

¿Podemos volver a empezar?
No me atrevo a decírtelo directamente, ya que creo que me queda un poco de miedo dentro y un poco de ti, cada vez que no puedo dormir por recordar tu risa que revolotea por mi cabeza como algo insignificante que para mí no lo es.

¿Podemos, aunque sea, volver a mirarnos a los ojos?
Porque no sabía que se podía echar tanto de menos una mirada.

¿Podemos darnos un último abrazo?
Para ver si se llena este vacío que siento después de escuchar una canción que parece que deletrea tu nombre, que parece que habla de nosotros.

¿Podemos ser nosotros de nuevo?
No quiero seguir siendo solo yo, un domingo por la tarde sin planes, un día lluvioso o soleado qué más da, echo de menos hasta las veces que no me dabas la razón, echo de menos enfadarme y que no me durase ni dos minutos, echo de menos que me digas que me echas de menos y vengas a verme a cualquier hora.

Básicamente, te echo de menos, y aunque quizás ya no me pienses yo te seguiré pensando sin querer.

N.